Antes de que comiences a leer:

Lector constante, debes saber que las historias que aquí se escuchan ya han sido contadas, quizás tengas esbozos de ellas en otro tiempo y en otras circunstancias.
Si eres nuevo debes saber que para entender la historia de nuestro asesino deberás viajar en orden cronológico hasta la entrada del día 5 de Octubre de 2011 y leer en orden ascendente.
~Atte: Tu narrador.

lunes, 21 de octubre de 2013

Hay pequeños momentos en la vida en los que de repente el mundo se para. Y tienes la opción de elegir: hacerlo o no hacerlo.
Por ahora, me dejo llevar por la marea; ya veremos a donde me lleva.
Creo que hay que tener los oídos muy abiertos a lo que dice el Destino.





domingo, 23 de diciembre de 2012

¿Te he contado alguna vez cual es la definición de locura?

La locura es hacer exactamente la misma mierda una y otra vez, y esperar que algo cambie.
 Es de locos.
La primera vez que alguien me lo dijo, creí que se estaba quedando conmigo, así que... *bum*, le disparé. En realidad, jeje, vale... tenía razón.
Empecé a notarlo en todas partes. Mirara donde mirara, todos esos capullos, en cualquier parte, hacían exactamente la misma mierda.
Una y otra, y otra, y otra, y otra vez.
Y pensaban: "Esta vez será diferente. No, no, no, no, no. Será diferente."


Hay cosas que no cambian. Eso es innegable. Pero nosotros somos reacios a asimilarlo.
Nos lanzamos a un abismo cíclico, físico y sentimental. Cuando nos damos cuenta de que nos encontramos en el torbellinos, nos damos también cuenta de que estamos en el punto de partida. Una vez oí una frase referida al Destino, rezaba:
"El Ka es una fuerza mayor que engloba todas las cosas y las dirige a su cauce. Aquello que tu llamas Destino, yo lo llamo Ka. El Ka es como un viento, como un ciclón. El Ka es también como una rueda, una vez comienza a girar, se mantiene siempre en el punto de partida."

Todo se resume a siempre lo mismo. Llámese Ka, Destino, Suerte o Camino.
Somos dementes, tomamos decisiones como autómatas aún a sabiendas de que nuestras elecciones no se encuentran en ellas, sino en los caminos ocultos tras las brumas que no alcanzamos a atisbar a simple vista. Estamos todos locos, pero quizás, solo quizás, esto no sea tan malo. Al fin y al cabo, la demencia es tan sólo el Destino que tenemos previsto. 
¿O quizás no?.

¿Te he contado alguna vez cual es la definición de locura? Enfréntate a tu Demencia.





sábado, 6 de octubre de 2012

Un mundo hay
desde aquí hasta mi hogar,
y hay tantas sendas por andar.

La sombra
la noche traerá,
y las estrellas la prenderán. 

Niebla y sombra
triste anochecer,
pasaran yo seguro no he de ver.

miércoles, 19 de septiembre de 2012




No es oro todo lo que reluce,
No toda la gente errante anda perdida.
A las raíces profundas no llega la escarcha,
el viejo vigoroso no se marchita.


jueves, 21 de junio de 2012

About me.

A veces, me resulto extraño a mí mismo. No, eso está mal. Me resulto extraño a mi mismo constantemente. De modo que creo que sería prioritario conocerme mejor antes de continuar con cualquier otra cosa.

Tengo dieciséis años. Soy ciudadano de un lugar llamado mundo. Vivo en una ciudad pequeña, pero que me parece enorme para lo que necesito, vivo en una ciudad pequeña, pero no habito en ella, habito en un pequeño lugar en el que estoy sólo yo y mis tribulaciones. Quiero vivir en un lugar aún más pequeño. Mantengo una relación estable conmigo mismo. Soy ateo, pero creo que hay una fuerza que nos guia y que algunos llaman Ka y que otros llama destino.

¿Qué me gusta? ... bueno, me gustan los libros, eso está claro, y no me gustan los libros de ñoñerías, ni  de aventuras, ni de magia, ni de detectives, ni de crímenes, ni de protagonistas carismáticos; pero miento y me gustan todos los anteriores. Me gusta Harry Potter, me gusta La Torre Oscura, me gusta El señor de los Anillos, me gusta la novela negra, me encanta James Ellroy, me gustan los detectives y los policías. No me gustan nada los escritores españoles. Son una mierda.

Me gustan los sombreros, todos los sombreros. Me gusta el humo de los cigarrillos, pero los considero vulgares y por eso me gustan más los puros. Fumo puros. Me gusta la cerveza en jarras frías y me gusta el whisky con hielo. Me gustan las piscinas donde sólo nade yo. Me gustaba ver las películas en una sala de cine sólo para mí. Me gusta la barba de Jack Sparrow. Me gustan los piratas. Me encantan los barcos de vela. Me gusta el mar. Me gustan el desierto, me gustan las tabernas, me gustan los vaqueros y los revólveres y los sombreros (otra vez) y los caballos y los tiroteos.
Me gustan los detalles efímeros de la vida. Me encanta el olor a césped recién cortado, y el olor de la siega del trigo. Me encanta el olor a coco. Me encanta el coco. Y la sandía en la playa. Me gusta el fuego, y los Zippos. Me gustan los paisajes solitarios. Me gustan las puestas de sol.
Me gustan las chicas con el pelo revuelto y muy largo. Pero también las chicas con el pelo corto. Me gustan las chicas que beben cerveza. Me gustan las chicas que hacen que uno parezca maravilloso.
Me gustan las personas a las que nadie entiende, y me gusta entenderlas.
Me gustan los videojuegos, me gustan los comics, me gustan los superhéroes, me gusta el humor inteligente, y el humor negro, y el humor de todos los colores.
Me gusta el viento. Me gusta ir por libre. Me gusta estar sólo.
Me gustan las gabardinas con sombreros (de nuevo) y las pipas de fumar. Me gusta la lluvia; no; me encanta la lluvia. Me gusta el olor del rocío en el prado, y a tierra mojada.
Me gustan los helados, pero no me gusta el barquillo. Me gusta el chocolate de dentro de los Choco Clack (y a tí también te gusta).
Me gusta mucha música, me gusta la poesía del rap, el sentimiento del jazz; pero sobre todo me gustan las obras de música clásica. Me encantan las bandas sonoras de películas, y las de videojuegos más todavía.
Me gustan las terceras partes, y las cuartas, y las quintas.
Me gusta jugar al rol.
Me gusta tomarme en serio a mí mismo.
Me encantan los superhéroes solitarios y que nadie quiere ni entiende. A veces me creo uno de ellos.

No me gusta el calor callejero, ni el frío de ciudad.
No me gusta la televisión. No me gustan los callejones con dos salidas. No me gusta captarlo todo a la primera. No me gusta la gente que se cree la mejor. No me gusta perder a gente que vale la pena.
No me gustan las personas falsas. No me gustan las chicas que no saben ver la vida sin tí, hay que saber llevar la soledad. No me gustan los chicos de las piscinas de los hoteles que se quieren llevar a todas las chicas, no me gustan las chicas a las que le gustan esos chicos. No me gusta descubrir algo, que se ponga de moda y que a todo el mundo le guste. No, no me gustan las modas. No me gusta la gente que te condiciona. No me gusta la gente que no sabe entender los buenos finales sólo porque no son como ellos quieren. No me gusta que a la gente le siente mal porque muere el héroe, porque es su deber. No me gustan las máscaras en las personas.
No me gustan la gente que te juzga. No me gusta la política, ni el gobierno, ni las manifestaciones, ni las revoluciones, ni luchar por los derechos, ni el bien común. Voy por mi cuenta, dejadme en paz como hago yo con vosotros y no os preocupéis por mí. Me va bien a mí sólo.

Creo que nunca terminaré de conocerme bien a mí mismo.

sábado, 9 de junio de 2012

"En mi tumba un: no molesten, está durmiendo."
Día tras día me doy cuenta de que cada vez las cosas que me rodean pierden más el sentido para mí. No tengo moral ni para los míos. Carezco de paciencia, de sentimientos, de fuerzas para sobrellevar todo lo que acarreo conmigo.
¿Somos prisioneros de nosotros mismos?
He llegado a la conclusión de que sí, nos aferramos a las cosas que nos rodean y las circunstancias que los atañen. No poseemos el valor suficiente para ampliar las fronteras del conocimiento, tenemos miedo a lo que sucederá si se nos es arrebatado lo que poseemos y tenemos que empezar de cero.

Hecho de menos ser otra persona. Ser más feliz. Mirar a la vida con desprecio. Reírme de todo y que nada me importe lo más mínimo. Hecho de menos el amor. 
Hecho de menos que las cosas fueran como antes, que algunas personas fueran como antes, que yo mismo fuera como antes. 
Yo soy yo y la mierda que me rodea.
Pero al fin y al cabo, uno no tiene que decaer por muy abatido que se encuentre, por muy largo que sea el camino, por muy roto que se sienta, por muy oscura que sea la noche.
No hay camino intransitable sino viajeros cobardes. Si no hubiera quienes se oponen a todo pronóstico y triunfan contra toda posibilidad, todo el mundo renunciaría.

El mundo se muere de rabia. ¿Acaso lo único que puedo hacer es limpiarle unos espumarajos de la boca?

viernes, 8 de junio de 2012

-Verás, la cosa está así, todas las noches sueño constantemente un sueño que se repite de forma cíclica. En él observo pájaros nadar dentro del océano, cazan, se relacionan, llegan hasta los fondos abisales... Pero esto no puede suceder. No tiene sentido. Los pájaros no pueden nadar porque no son peces.
-Me temo que estás en un graso error. Ellos tienen la capacidad de nadar al igual que el ser humano tiene la capacidad de actuar contra natura superando las fronteras naturales. Quizás decidieron volar porque no les gustaba el tacto del agua. 
-No. Los pájaros no pueden volar porque no son peces. Sino, nos habríamos dado cuenta.